De hecho tuvimos muchos autos de esta marca y también importamos vehículos comerciales como camiones y chassis para microbuses y taxibuses, los cuales se producían solamente en Canadá. Así como el auto era una versión más lujosa del Ford, lo mismo ocurría con los comerciales, equipados con más embellecedores que los Ford.
No íbamos a dejar pasar esta llamativa fotografía que encontramos y copiamos por gentileza de alguno de esos sitios web que presentan fotos del pasado chileno, pero sin mayor detalle ni explicación. Y nos sorprendió encontrar en ella un auto muy poco común, casi exclusivo, tranquilamente estacionado en la Costanera de Papudo. Un auto que, estoy seguro, le gustaría tener hoy día a la mayoría de nuestros lectores.
El diseño de carrocería, especialmente la ventanilla trasera era ya bastante poco común para la época y eso lo distinguía. Heredero de alguna forma del famoso Turnpike Cruiser, ya habrán adivinado que se trata de un fabuloso Mercury, marca hoy extinta.
El modelo es de 1960, y preparando este artículo hemos revisado muchos catálogos y publicaciones de este modelo, dándonos cuenta de la increíble variedad de diseños que la Mercury producía en un solo año.
A nuestro mejor entender, el Mercury de la foto sería un Monterey, el más simple de la línea, y con menos cromados, cuyo motor estándar era un poderoso V8 de nada menos 312 pulgadas y 205 HP. Mercury nunca fue muy amiga de motores pequeños, excepto cuando posteriormente lanzaron su económico modelo Comet, una especie de Falcon lujoso. Volviendo al modelo que presentamos, la opción de trasmisión era automática, denominada Mer-o-matic.
Eran automóviles suaves como la seda y sus pasajeros tampoco sentían la carretera pues eran automóviles con gran cantidad de aislantes y, como sensación, Mercury anunciaba que los neumáticos estaban afinados al camino. (“Road tuned wheels”).
Era la época en que la industria automotriz ganaba dinero por toneladas y los costos permitían el lujo de producir una variedad casi infinita de modelos y de combinaciones de carrocería, motores, pinturas tapices y equipos opcionales. Entre otras opciones, se ofrecían 15 colores sólidos y 35 combinaciones bicolor, con un montón de otras opciones de tapiz y de accesorios, que alcanzan para un largo etcetera.
Mercury se anunciaba como el más lujoso de los autos económicos, y es así como en 1960 se anunciaban a sólo 35 dólares más que el Chevrolet o Plymouth más lujoso, Y por ese precio, según Mercury, se recibía más lujo y más auto. Así pensaron más de 96.000 compradores que favorecieron a esta marca por sobre el Plymouth.
Claramente, la foto fue una postal. Además del Mercury aparece un Citroen 11 CV de inusual color claro, tal vez blanco, y un Vauxhall Victor de cerca de 1949 con su triste trasera.
En la playa, pocas personas y decenas de carpas de tela listada al mejor estilo playero sesentero. Por allí, al lado del poste, un vendedor de pan de huevo, (tradición playera chilena), con un impecable uniforme blanco. El dueño del Mercury debe haber sido una persona acaudalada, considerando al altísimo costo de un Mercury en Chile de esa época. Hoy en día se compra un auto tan fácil como cualquier electrodoméstrico. Pero en Chile de 1960, los vehículos que no se fabricaban en el país no estaban ni en exhibición. Se acercaba uno al concesionario, pedía ver los modelos disponibles, por catálogo y lo encargaba, si es que podía obtener y justificar los dólares para pagarlo. Al cabo de tres o cuatro meses, podía ir a buscarlo. ¿Cuántos Mercury de este modelo llegarían?
Los siguientes videos, con eufóricos locutores, muestran publicidad del Mercury de 1960. Interesante auto de mirar en acción.
El Blog de La Gaceta de los Clásicos 